jueves, 7 de agosto de 2014

Himno a mi misma.

A veces, creemos que no hemos cambiado nada, que seguimos estancados... pero si nos ponemos a analizar nuestra vida en retrospectiva ¿En verdad no hemos cambiado? ¿No hemos madurado?

Recuerdo cuando tenía 18-19, la vida con mis padres era genial, pero siempre estuvo esa imposición de creencias que siempre odié, lo tenía todo: casa, dinero, padres. Un día me desperté y pensé ¿Es esto lo que quiero para mi vida? ¿Es esto de lo que quiero vivir? Forzada a escoger... Desilusionada al dejar el colegio sobre mis habilidades para ciertas materias no me dejaron opción. Era eso o eso.

Siempre hice lo que otros quisieron que yo hiciera, escondiéndome detrás de una máscara. Siempre con miedo del qué dirán. Siempre con miedo... miedo, maldito ente. Nunca me dejaron ser yo misma, explorarme. En la escuela siempre fuí el bicho raro, nunca encajé en ese mundo de chicas ¿lindas? Nunca me consideré una, y no me considero hasta el día de hoy linda, soy una chica normal, común y corriente. Siempre me llevé con varones porque ellos no tenían puterío, no sé, podía hacer lo que quisiera después de todo yo era un chico más... hasta que me crecieron los senos. Aún así seguía siendo un chico.

Las parejas que tuve me enseñaron algo muy importante: no ser hija de puta y códigos. Gracias a todos los desgraciados que se cruzaron en mi camino... me enseñaron a no ser basura como ustedes :)

He aprendido a alzarme como el fénix luego de cada caída.

No hay comentarios:

Publicar un comentario