martes, 15 de febrero de 2011

Pensamientos 3

Al sentir sus besos mis piernas tambaleaban mi piel se erizaba, como tal gata.

Aquellos mordiscos traviesos que me daba hacian que mi corazon latiera mas rapido y él lo notaba
yo le pedía que parara que eso no estaba bien más sin embargo; mis palabras a el le eran indiferentes y el seguía y seguía, me tomo por los brazos y me estrechó contra su pecho paso sus dedos por mi pelo como si fuera el viento acariciaba mi espalda suavemente como si detallando
cada centímetro de ella una oleada de calor invadio mi piel y choco contra la suya, la cual
estaba fria al tacto tomé su rostro entre mis manos miré a sus ojos y en ellos encontre algo de tímidez pero también valentía, pasión, deseo, fascinación.

Lo besé suavemente, el roce de sus labios de fuego contra los mios me encantaba, me hacia sentir diferente, me hacia sentir libre...si libre sentía que íbamos juntos hacia las estrellas
y nos alzábamos por sobre todo el mundo y solo estabamos el y yo, sus caricias eran hermosas
y mi cuerpo junto al suyo se sentía protegido me sentía protegida, éra lo mejor que me habia pasado mis brazos lo rodeaban y sentía como con cada beso desbordaba bocanadas de amor, los besos con el habían sido diferentes a los demás besos que había tenido antes sabían a libertad, sabían a protección, sabian a amor que nunca antes me había atrevido a demostrar y con el era diferente...

Pero nuevamente mi peor enemigo acechaba contra mí... el sol...aquel maldito sol que me indicaba que debia despertar de mi adorable utopia la mas bella de todas.



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