domingo, 15 de septiembre de 2013

La Avispa- Francis Ponge

A Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir.

Himenóptero de vuelo felino. flexible -por otra parte, de apariencia atigrada-, cuyo cuerpo es mucho más pesado que el del mosquito y las alas sin embargo relativamente más pequeñas pero vibrantes y quizás desmultiplicadas, la avispa vibra a cada instante las vibraciones necesarias a la mosca en una posición ultracrítica (para deshacerse de la miel o del papel matamoscas, por ejemplo).

Parece vivir en un estado de crisis continua que la vuelve peligrosa. Una especie de frenesí o de furia -que la vuelve tan brillante, zumbante, musical como una cuerda muy tensa. muy vibrante y por eso quemante o picante. lo cual hace su contacto peligroso.

bombea con fervor y golpes de cintura. En la ciruela violeta o caqui verla es magnífico: realmente un aparatito estirpador particularmente perfeccionado. a punto. Por eso no es el punto formador del rayo de oro que madura. sino el punto formador del rayo (de oro y de sombra) que se lleva el resultado de la madurez.

Melosa, soleosa; transportadora de miel, de azúcar, de jarabe: hipócrita e hidromiélica. La avispa sobre el borde del plato o de la taza mal enjuagada (o del frasco de mermelada): una atracción irresistible. ¡Qué tenacidad en el deseo! ¡Qué manera de estar hechas la una para la otra! Una verdadera imantación al azúcar.
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Analogía de la avispa y del tranvía eléctrico.
Algo mudo en reposo y cantor en acción. También algo como un tren corto con primeras y segundas clases. o más bien motriz y paseandera. Y trole chirriante como una fritura. una química (efervescente).

Y si toca. pica. Algo distinto de un shock mecánico: un conctacto eléctrico. una vibración venenosa.

Pero su cuerpo es más blando -vale decir, más finamente. en suma. articulado-, su vuelo más caprichoso, imprevisto, peligroso que la marcha rectilínea de los tranvías determinada por los rieles.

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Un sifoncito ambulante, un pequeño alambique con ruedas y con alas como el que se desplaza de granja en granja en los campos durante algunas estaciones, una cocinita volante, un cochecito público de saneamiento: la avispa se parece en suma a esos vehículos que se alimentan a sí mismos y que fabrican algo en el camino, de tal modo que su aparición comporta un elemento cierto de lo maravilloso, porque su razón de ser no es sólo desplazarse o transportar, sino que tienen una actividad íntima. generalmente bastante misteriosa. Bastante sabia. Lo que llamamos tener una vida interior.

Un caldero de mermeladas volante, herméticamente cerrado pero blanco. con el tren posterior pesado balanceándose en vuelo.

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Para clasificar las especies había que agarrarlas por algún lado, parte o miembro y además. por algún lado bastante sólidamente unido a ellas para que no se separe cuando lo agarramos, o que, separándose de ellas, permita al menos por si mismo reconocerlas. Así se ha elegido el ala de los insectos. Quizás con razón: no lo sé, no me animaría a apostar por ello.

Himenóptero, sea lo que sea, para las avispas no es tan malo. No porque el himen de las jovencitas se parezca mucho al ala de las avispas. Aparentemente por otras razones: se trata de una palabra abstracta. que obtiene su concretud de una lengua muerta. y bueno, en la medida en que lo abstracto se debe a lo concreto naturalizado, diafanizado -a la vez afectado y tenso, pretencioso, doctoral- conviene bastante al ala de las avispas...

... Pero no voy a avanzar mucho más lejos en este sentido.

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¿Qué es lo que me dicen? ¿Que deja su dardo en su víctima y que por eso se muere? Sería una imagen bastante buena para la guerra que no sirve para nada.

Les es necesario más bien evitar todo contacto. Sin embargo, cuando tiene lugar el contacto, la justicia inmanente se satisface: por el castigo de las dos partes. Pero el castigo parece más severo para la avispa. que seguro muere. ¿Por qué? Porque cometió el error de considerar hostil el contacto humano, y porque apenas se encolerizó defensivamente, dio el golpe. Dando pruebas de una susceptibilidad exagerada (a consecuencia del miedo, quizás de sensibilidad excesiva... pero por circunstancias atenuantes, ¡qué lástima! -ya es demasiado tarde.) Es pues evidente, repitámoslo, que a la avispa no le conviene encontrar a un adversario. que más bien ella tiene que evitar todo contacto, hacer los desvíos y zigzags necesarios para ello.

"Me conozcom se dice: si me dejo llevar, la menor discusión va a ser trágica: ya no voy a poder dominarme, voy a entrar en frenesí: ustedes me desagradan demasiado, me resultan demasiado extraños.

"Sólo conozco los argumentos extremos, los insultos, los golpes -la estocada fatal.

"Prefiero no discutir.
"Estamos demasiado lejos.
"¡Si alguna vez aceptara el menor contacto con la gente, si estuviera obligada a la sinceridad, si tuviera que decir lo que pienso!... Dejaría en eso mi vida al mismo tiempo que mi respuesta -mi dardo.

"Que me dejen tranquila entonces: se los suplico: no discutamos. Déjenme en lo mío y quédense en lo suyo. En mi actividad sonambúlica, en mi vida interior. Pospongamos lo máximo posible toda explicación..."

Ahí mismo recibe una palmadita -y cae inmediatamente: sólo hay que aplastarla.

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Susceptible quizá también a causa del carácter tan precioso, demasiado precioso del cargamento que lleva: que merece su frenesí.
... De la conciencia de su valor.

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Pero ese estupor que puede perderla (un manotón y se cae al piso) puede también. sino salvarla. al menos prolongar curiosamente su vida.

la avispa es tan estúpida -lo digo porque es así- que si la cortamos en dos, sigue viviendo, tarda dos días en comprender que está muerta. Sigue agitándose. Se agita incluso más que antes.

Este es el colmo del asombro preventivo. El colmo también en el desafío.

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Enjambre: de exagmen. de ex agire: empujar fuera.

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Frenética quizás a causa de la exigüidad de su diafragma. (Se sabe que entre los griegos, el pensamiento se asentaba en el diafragma... y que la misma palabra designaba ambas cosas: justamente Φρην

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¿Por qué, de todos los insectos, el más activo es el de los colores del sol?
¿Por qué, también, los animales atigrados son los más malos?

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